Creencias limitantes que no nos permiten delegar
Actualizado: 27 dic 2020
La delegación es una habilidad que todo líder debería dominar, asumo que estamos todos de acuerdo en eso, ¿no? Ahora, si es así... ¿por qué hay veces que nos cuesta tanto hacerlo? Hay una serie de creencias que nos impiden delegar, veamos las más comúnes y cómo derribarlas en este post.

En mis primeros años cómo líder, delegar era uno de las tareas que más me costaba realizar. Solía sentir que era responsabilidad mía y que tenía que hacerlo yo, que no tenía tiempo y era más rápido si directamente yo me ocupaba de todo o que simplemente no iban a poder hacerlo como a mi "me gustaba", entonces no delegaba.
A delegar se aprende y esa es una de las grandes ventajas de esta habilidad tan importante que todos debemos trabajar. En un entrenamiento de liderazgo escuché por primera vez sobre las creencias limitantes (tema que luego profundicé cuando me formé en coaching). Allí me reconocí a mí, reconocí que eso era lo que estaba pasando y decidí tomar acción.
¿Por qué delegamos?
Empecemos reconociendo la importancia de la delegación, es una tarea que tiene impacto en TODOS. Si bien en tan sólo unas semanas publicaré el curso "Delegación de tareas en la empresa" y veremos bien en detalle cada una de estas cuestiones, quiero presentarles un breve resumen del impacto de la delegación en nosotros, en los colaboradores y en la organización.
Nosotros:
- Liberamos nuestros tiempo y así aumentamos nuestra productividad
- Nos enfocamos en las tareas que requieren nuestra experiencia y habilidades
- Reducimos nuestro estrés optimizando el uso de nuestro tiempo
- Mejoramos el clima laboral y desarrollamos a nuestro equipo
Colaboradores:
- Se generan oportunidades de aprendizaje y desarrollo
- Pueden demostrar su capacidad en nuevas tareas y asumiendo nuevas responsabilidades
- Nuevos desafíos aumentan la motivación y el compromiso con el equipo y la organización
Organización:
- Mayor retención
- Mejor clima laboral
- Desarrollo interno y crecimiento de los colaboradores
Está claro lo importante qué es delegar y el impacto que tiene en todos nosotros... veamos ahora, ¿qué es lo que nos frena?
Creencias limitantes a la hora de delegar
"Es más sencillo y rápido si lo hago yo"
No sé ustedes, pero yo dije muchas veces esta frase.
La vorágine del trabajo, la velocidad de la acción, la sobrecarga laboral muchas veces nos llevan a creer que realmente es más rápido si lo hago yo. "No tengo tiempo de explicar cómo se hace", "el tiempo que tardo en explicarlo, es mayor que tiempo que tardo en hacerlo... lo hago yo!".
Estas creencias simplemente nos demuestran que tal vez no tenemos tan en claro cómo delegar correctamente. Para delegar tenemos que elegir a la tarea y a la persona con mucho cuidado. ¿Qué quiero decir? Son muy pocas las tareas que podemos delegar de un momento a otro, por lo general, la delegación se planifica. Debemos tomarnos el tiempo de definir objetivos claros y brindar los recursos y el entrenamiento para que puedan cumplir con nuestras expectativas.
Entonces... "Es más sencillo y rápido si lo hago yo"... o ¿es más fácil? Seguramente haya momentos que realmente no tengas tiempo de entrenar a alguien para que hagan una tarea o asuman una nueva responsabilidad. Esto es lógico y entendible, el punto es que esto no puede ser tu "forma de trabajo". Estas son las excepciones. Un gran líder, identifica tareas atractivas para sus colaboradores y delega brindando nuevas oportunidades de crecimiento.