Las empresas ya no saben qué hacer. Tienen grandes lugares preparados para que las personas trabajen pero... no toda la gente quiere volver. Este gran dilema está haciendo repensar la forma en la que trabajamos aún a las más grandes empresas del mundo. No terminan de definir si vuelven todos, o si siguen así...
Empresas como Amazon, Facebook y Apple ya comenzaron a comunicar sus planes y estrategias para volver a la oficina.
Sin embargo, otras grandes organizaciones como Google... lo siguen retrasando. Sundar Pichai, CEO de Google, anunció hace unas semanas que la vuelta a las oficinas sería el 10 de enero del 2022.
Cerca de 10mil colaboradores aplicaron para trabajar desde sus casas (aún cuando hay oficinas abiertas hace meses). El 45% de las personas quiere seguir trabajando de forma remota mientras que el 55% quiere volver a las oficinas.
El otro dato de interesante es que Google ya aprobó el 85% de los pedidos que recibió y le permitirá a las personas trabajar de forma remota de manera permanente.
Todas las organizaciones que no eran remotas antes de la pandemia están enfrentando esta situación. Invirtieron mucho dinero adaptando las oficinas a los protocolos, pero... las personas no quieren volver. O al menos, un gran porcentaje de ellas.
El trabajo remoto nos abrió las puertas al mundo, nos demostró que realmente no necesitamos ir a una oficina para hacer nuestro trabajo y esto, nos permite conseguir trabajo en cualquier parte del mundo
Hace años que busco oportunidades laborales en esta modalidad, y si buscabas en LinkedIn... casi no había nada. Hoy, hasta está disponible el filtro de "locación remoto" y, sólo de mi expertise, hay miles de anuncio por día.
El desafío de las organizaciones es realmente decidir cómo volver. Ya que, aquellas personas que decidieron que no quieren volver a trabajar en oficinas. No lo van a hacer. El nivel de attrition (renuncias) en las organizaciones está altísimo, porque las personas encontraron nuevas fuentes de trabajo y si no les gustan las condiciones... simplemente se van a un lugar mejor
¿Qué hacer? Si la mitad de la gente quiere volver, la otra mitad no... ¿Cómo nos organizamos?
Desde mi perspectiva, la mejor propuesta es proponer la posibilidad de volver, sin la obligatoriedad. Si subsistieron este año de aislamiento, ya están 100% preparadas para trabajar remoto, tienen la tecnología necesaria y las personas ya saben utilizarla.
Que la oficina sea una alternativa de un espacio creado para trabajar, pero no una obligatoriedad para poder cumplir con nuestras responsabilidades. Ya que quedó demostrado que el trabajo no es un lugar a donde vamos, sino que es algo que nosotros hacemos.
Yo no vuelvo más a una oficina. Esto es una opinión y una decisión particular, pero habiendo probado las dos modalidades y aún con los desafíos que se presentan al trabajar en casa con un nene de 2 años... ¡No vuelvo más! Dejar de perder tiempo en traslados y en viajes eternos es algo increíble para mí. Trabajar en casa es algo que no lo voy a cambiar, ¿y vos? ¿Qué perferís?
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Nos vemos en el próximo post 👋
Ceci Mansilla
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